Fines

Constituye el objeto primordial de la Hermandad alcanzar la mayor gloria de Dios a través de la promoción del culto público en nombre de la Iglesia a sus Sagrados Titulares, realizando obras de piedad y caridad y animando con espíritu cristiano el orden temporal.

En el cumplimiento de esta misión peculiar, y con el ánimo de perpetuar los objetivos fundamentales de la primitiva Hermandad, recogidos en la escritura fundacional dada en el Convento de la Victoria el 25 de mayo de 1656 por la comunidad de frailes mínimos a los hermanos terciarios, la Hermandad se propone alcanzar los siguientes fines:

  • Fomentar, entre todos sus hermanos, la devoción y veneración debidas a sus Sagrados Titulares, así como la devota y secular tradición malagueña del rezo del Vía Crucis en el Monte Calvario.
  • Cuidar y mantener con la mayor dignidad y esplendor la fábrica de su sede, la Ermita del Monte Calvario, así como la de las estaciones del Vía Crucis que se sitúan a lo largo de la Vía Dolorosa que da acceso a la ermita.
  • Perfeccionar e incrementar el espíritu cristiano que debe presidir la vida de la Hermandad, inspirándose especialmente en el carisma mínimo del voto cuaresmal perpetuo con el que la Orden de San Francisco de Paula honra a Dios nuestro Señor durante todo el año, así como en las virtudes de la caridad y la humildad que marcan su espiritualidad.
  • Estimular la participación de los cofrades y devotos en la vida litúrgica de la Iglesia, así como velar por la búsqueda de vocaciones para la vida consagrada, en atención a la especial vinculación de la Hermandad con el Seminario Conciliar Diocesano de San Sebastián y Santo Tomás de Aquino, de Málaga.
  • Suscitar entre sus hermanos y devotos el amor a Dios y al prójimo.
  • Cooperar y velar por el aumento del fervor y religiosidad de la Estación de Penitencia, dentro de su peculiar tradición y decoro, impulsando su carácter de manifestación de fe.
  • Realizar obras permanentes de asistencia para con los más necesitados y/o colaborar activamente con las que ya se encuentren establecidas por otras instituciones diocesanas o parroquiales.
  • Celebrar, con la esperanza en la resurrección, las exequias eclesiásticas debidas a los hermanos y devotos difuntos.
  • Colaborar estrechamente en las actividades pastorales de la Parroquia.
  • Organizar actos formativos, religiosos y socio-culturales que configuren a la Corporación como una verdadera comunidad cristiana y faciliten el cumplimiento de los anteriores fines y objetivos.
  • Cualquier otro que, a juicio del Cabildo General, resulte congruente con el objeto peculiar de esta Hermandad.